The Mandalorian muestra un nuevo viaje en el estreno de la tercera temporada
Tras un paréntesis de dos años y medio, The Mandalorian regresa con su tercera temporada
Desde noviembre de 2019, los fans de Star Wars han contado con una serie para visitar la Galaxia tan, tan lejana: The Mandalorian, que en sus dos primeras temporadas mostró otra cara de este querido universo con un personaje ya tan llamativo como los clásicos de la trilogía original.
Tras una fantástica segunda temporada en 2020, la serie entró en hibernación mientras se estrenaban otras producciones de acción real de Star Wars. Sin embargo, a principios de marzo de 2023, la campeona regresó con el estreno del primer episodio de su tercer año y, lo más importante, ¡no decepcionó!
Sin más dilación, echa un vistazo a la crítica de Showmetech del primer episodio de la tercera temporada de The Mandalorian en nuestro canal de YouTube y aquí en la noticia:
Advertencia: spoilers a continuación
Volviendo a las andadas
El principal temor aparente para este primer episodio de la tercera temporada de The Mandalorian era si aquellos que se saltaron la miniserie The Book of Boba Fett se perderían con el nuevo statu quo de la serie, es decir, se perderían con el hecho de que Grogu, nuestro querido Baby Yoda, acabara abandonando el entrenamiento con Luke Skywalker para estar cerca de Din Djarin, el protagonista mandaloriano interpretado por Pedro Pascal (sí, durante unas semanas tendremos doble dosis de nuestro papi favorito).
Este temor, sin embargo, pronto se demostró infundado, y el primer episodio "El Apóstata" abordó esta situación de forma sencilla: en un encuentro con La Armería y los Hijos del Ojo, la división de supervivientes más extremista de Mandalore, recordamos cómo el protagonista, en estas aventuras con Grogu, acabó distanciándose de la fe de la secta en la que fue criado, siendo el punto principal su intencionada retirada del casco al final de la segunda temporada.
Esta retirada del casco provoca que este brazo más extremista de la fe mandaloriana deje de considerar a Din miembro del clan, encomendando Armeira al protagonista su siguiente misión principal que, imaginamos, será el hilo conductor de este tercer año: debe volver al planeta de Mandalore, ocupado por guerras y conflictos desde la época de las Guerras Clon, y bañarse en las aguas para purificarse y poder volver a vivir como miembro de la secta.
El mandaloriano y su búsqueda de ayuda
Ahora con un propósito, Din decide regresar a Navarro, el planeta donde transcurrió gran parte de la acción de la primera temporada. Cuando aterriza en la superficie desértica, el mandaloriano se encuentra con un planeta completamente cambiado, y su encuentro con Greef Karga (Carl Weathers) se produce rápidamente y con una propuesta: el ahora Alto Magistrado del planeta pide al guerrero que se convierta en protector del planeta, algo a lo que el protagonista se niega de inmediato.
Esta parte del episodio, al menos antes de que Din revelara su verdadero objetivo, nos pareció un poco repetitiva -aunque no hubiera una invitación previa para que el mandaloriano se instalara en Navarro, los constantes regresos al planeta y la relación siempre un tanto amistosa y llena de intercambio de favores entre el protagonista y Greef se han repetido más de una vez durante las otras dos temporadas-. Sinceramente, esperamos que sea la única vez este año.
En cualquier caso, Din ha acudido a Navarro con un objetivo claro: quiere intentar arreglar IG-11, el simpático robot asesino que, recordemos, actuó como importante compañero del mandaloriano en el conflicto final de la primera temporada -y que demuestra lo mucho que ha cambiado nuestro protagonista desde entonces, ya que antes odiaba a los droides y ahora sí que piensa en tener uno como compañero que le ayude en su viaje a Mandalore-.
Desgraciadamente, sus esfuerzos son en vano, y aunque las secuencias intentando arreglar IG-11 son divertidas, sobre todo por los momentos simpáticos con Grogu, el droide parece no tener arreglo -al menos en manos de Din, lo que lleva al protagonista a conocer a Babu Frik, un mecánico que originalmente aparecía en el episodio IX y que es quizá una de las pocas cosas buenas de aquella película, pero que aquí gana aún más encanto gracias a los efectos prácticos y a sus interacciones con Grogu -por lo visto, tener alienígenas pequeños es una receta infalible para la simpatía y la diversión que Disney está sabiendo utilizar bien.
De todos modos, Din, sin GI-11, sigue con otro intento de encontrar compañeros, que acaba llevándole al planeta Kalevala, donde tenemos la secuencia de acción principal del episodio, con una impresionante lucha de naves entre los mandalorianos y piratas espaciales, que demuestra lo fuertes que son los valores de producción de este año, además de ser extremadamente edificante y fantástica para cualquier fan de Star Wars.
Tras la pelea, descubrimos el propósito de Din en este planeta: visitar a Bo-Katan (Katee Sackhoff), la mandaloriana que tenía intenciones de ganar el Sable Negro en combate de manos de Moff Gideon y convertirse en la nueva monarca de Mandalore - pero que vio frustrados sus planes después de que nuestro protagonista derrotara sin querer al villano anteriormente, al final de la segunda temporada.
Es en un ambiente de pocos amigos y sueños muertos en el que los dos personajes se encuentran en este primer episodio, y en el que se forma una alianza que promete muchas fricciones, y que termina con una nota de muchas dudas, pero que, si la serie mantiene su calidad, se explorará de forma extremadamente satisfactoria.
Un gran debut
Aunque en este paréntesis de The Mandalorian hemos tenido otras series de Star Wars (con el protagonismo de Andor en particular), no se puede negar que el encanto de Pedro Pascal y sus interacciones con el pequeño Yoda son fantásticos y responsables de algunos de los momentos más divertidos de la televisión: en definitiva, lo estábamos echando de menos.
Pero teniendo en cuenta el enorme alcance de la temporada y la exploración de una de las culturas favoritas del universo Star Wars, es natural temer un poco si la aventura más personal de las temporadas anteriores se cambiará a lo largo de este año por algo más grandioso que haga que la serie pierda parte de su calidad.
Aun así, al menos en este primer episodio, la calidad se ha mantenido y la estructura narrativa ya estaba bien planteada para los próximos episodios. Sólo nos queda esperar que el nivel se mantenga.
The Mandalorian tendrá nuevos episodios todos los miércoles en Disney+.
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